Queridas compañeras,
Desde la Colectiva Feminista en Construcción, queremos compartirles una reflexión a nuestra base, a nuestras compañeras, compañeres, compañeros y quienes siguen nuestro trabajo político en Puerto Rico, su diáspora y toda la comunidad internacional con quienes tejemos lazos de solidaridad.
Este mensaje está enmarcado en el contexto político que estamos viviendo en Puerto Rico, contexto que puede parecernos algo impredecible o incierto, pero que es el resultado del cúmulo de tantas experiencias de vida, tantas dolencias, tanto sufrimiento, abusos y tanta indignación. Estas palabras se hilvanan desde la resistencia que nos sostiene y nos dirige el caminar.
Este mensaje es una conversación abierta, ANTES DEL MAÑANA.
Los pasados cuatro años han sido difíciles de navegar como movimiento. La cooptación del movimiento que luchaba por el Estado de Emergencia contra la Violencia de Género y la negociación tras bastidores de algunas organizaciones de mujeres con el gobierno de Pedro Pierluisi, excluyéndonos del proceso que iniciamos, fue una acción que fracturó al movimiento feminista. No obstante, nos mantuvimos alertas y vigilantes porque la prioridad para nosotras siempre ha sido el bienestar de las mujeres en Puerto Rico. Estuvimos fiscalizando al gobernador Pierluisi y a las distintas agencias públicas que tuvieron, y todavía tienen, la responsabilidad de hacer valer la política pública para erradicar la violencia de género que vivimos en Puerto Rico.
La falta de acción gubernamental nos ha obligado a buscar otras formas para mantenernos seguras: creando redes de apoyo mutuo, espacios de educación y discusión política y acciones en defensa de la vida. Reafirmamos la importancia del trabajo situado y la construcción de base. Por eso, hemos ido, poco a poco, echando raíces en la Calle Robles en Río Piedras. Participamos activamente de los espacios comunitarios, creando relaciones con vecinas y vecinos, con la comunidad escolar, con comerciantes locales y la gente que habita, trabaja, estudia y transita nuestra comunidad. El trabajo situado nos ha dado una perspectiva necesaria para madurar nuestra organización; y no solo pensarnos desde una única estrategia: contra el estado o sin el estado, más bien entender la relación simbiótica entre ambas.
Nosotras nos reafirmamos que el poder se construye de manera colectiva y que son los sectores populares y la clase trabajadora quienes deben liderar los procesos. Sabemos, además, que hoy, más que nunca, necesitamos condiciones de vida mejores para poder facilitar estos procesos de toma de conciencia, transformación, descolonización y liberación. Rechazamos tener que meramente sobrevivir esta precariedad, nos rehusamos a pensar en salidas temporeras o individuales a la crisis que han creado el Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista. No nos resignamos y tampoco renunciamos a nuestra responsabilidad y deber con nuestro país. Porque el deber revolucionario es estar con el pueblo.
Por eso mañana, muchas de nosotras salimos a votar, con ilusión, responsabilidad y un compromiso inquebrantable con nuestro pueblo. El mismo compromiso que asumimos en el trabajo militante en la calle. Nuestra estrategia como organización no es una electoral, y por eso no endosamos partidos o candidaturas. Quienes van a votar ya saben quiénes representan mejor el interés colectivo y quiénes tienen en agenda el bienestar del país. Por otro lado, también conocen quienes, históricamente, han saqueado, robado y explotado a este país, quiénes nos han despojado del patrimonio colectivo y la posibilidad de futuro. Por eso, en estos momentos, en el que el llamado de la gente es a rescatar todo aquello que nos han arrebatado, nuestro deber es saber estar.
Y así será. Mañana diremos presente, caminaremos junto a nuestras compañeras de lucha, nuestras vecinas y vecinos, con los estudiantes y jóvenes de nuestra comunidad, con los viejos y viejas que siguen apostando a dejarnos algo mejor, con nuestra comunidad, con nuestro país.
Nosotras cerramos filas con los principios políticos que nos anclan. Antes del mañana salimos con esa esperanza de cambio que nos ha contagiado, dejando a un lado el cinismo, la desconfianza y la duda. Porque nosotras siempre hemos apostado a hacer política sin garantías y mañana será otro día en que lo haremos valer.
Y después de mañana, el 6 de noviembre, sea cual sea el resultado, saldremos a la calle, MILITANTES COMO SIEMPRE, a seguir construyendo otra vida.
En Solidaridad,
La Colectiva Feminista en Construcción
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