Un llamado al boicot contra Nestlé por la paz y la justicia para el pueblo palestino
Hoy, 7 de octubre se cumple un año de la escalada de violencia sin precedentes del estado de Israel en contra del pueblo palestino. Los sucesos del año pasado marcan un antes y un después, no solo para las vidas de los palestinos sino para la comunidad internacional, que ya no puede permanecer enajenada del cruel genocidio que se ha estado desencadenando ante nuestros ojos durante más de 60 años.
Israel tiene y ha tenido como objetivo central la eliminación y exterminación total del pueblo palestino. Eso ha quedado evidenciado no solo por las
miles de vidas que han cobrado con su guerra inmisericorde, sino también por la eliminación de todos los recursos que necesitan los palestinos para poder sobrevivir esta crisis humanitaria. Israel ha bombardeado y eliminado hospitales, ha bloqueado la entrada de alimentos y artículos de primera necesidad y hasta ha asesinado a voluntarios con ayuda humanitaria.
El impacto en las comunidades palestinas ha sido devastador. Más de 40,000 palestinos han sido asesinados durante este último año, según el Ministerio de Salud de la Región. Mientras, casi 100,000 personas han sido heridas y más de 10,000 se encuentran desaparecidas. Asimismo, alrededor de 1.9 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares. Casi medio millón de personas se enfrentan a una catastrófica inseguridad alimentaria, mientras que la infraestructura crítica de Gaza, las viviendas, la economía, las tierras agrícolas y las flotas pesqueras han quedado en gran parte devastadas. Estos números no son solo estadísticas. Cada cifra representa una vida humana truncada, una familia destrozada y una comunidad que vive el luto continuo y la negación real y metafórica de futuro.
Los cómplices del genocidio
Los cómplices de este genocidio son muchos. Por un lado está Estados Unidos, principal colaborador, proveyendo recursos y armamento a Israel para continuar la exterminación de los palestinos. Pero también son cómplices todas aquellas empresas y corporaciones que se lucran y benefician directamente de esta guerra y quienes le proveen capital y recursos a Israel para seguir aniquilando impunemente y expandiéndose por toda la región.
Conscientes de la responsabilidad que tenemos como individuas y como colectividad, de asumir un posicionamiento en defensa de la justicia y la libertad para Palestina, hacemos un llamado a boicotear productos y empresas que se benefician de esta violencia, como muestra de solidaridad con el pueblo palestino, pero también para generar la presión y las condiciones necesarias para que estas empresas remuevan su apoyo e inversiones al estado de Israel. Al utilizar nuestro poder adquisitivo para apoyar prácticas éticas, podemos ayudar a llamar la atención sobre las injusticias y exigir responsabilidades a quienes se benefician del sufrimiento.
Boicot a Nestlé por su apoyo al genocidio
Nestlé, compañía con gran presencia en Puerto Rico y en el mercado internacional, es una empresa que cuenta con un largo historial de apoyo a Israel, particularmente a través de OSEM, su subsidiaria en el Territorio Ocupado de Palestina. Nestlé posee el 53.8% de las acciones de Osem, la principal empresa fabricante de alimentos israelí. Nestlé abrió su Centro de Investigación y Desarrollo en Israel, en Sderot. Y desde entonces ha aumentado de forma constante su inversión en Israel. Al momento, Nestlé tiene 9 fábricas en Israel. Por otra parte, Osem tiene lazos estrechos con el ejército sionista y ha enviado flotas de restaurantes móviles, donando Nescafé y otros alimentos a los militares, mientras cometen genocidio en contra de familias palestinas.
Nestlé no solo apoya la ocupación sionista, sino que también ha cometido algunas de las peores violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, robando suministros de agua y generando inseguridad hídrica en regiones ya marginadas. Asimismo, Nestlé ha sido señalada por ser una de las principales contaminantes del mar, con plásticos de un solo uso. Irónicamente, le siguen las compañías Danone, Mondelez, Procter & Gamble, Unilever y Mars
Incorporated, empresas que también apoyan al estado de Israel.
Nuestro llamado es a evitar y no comprar los productos de Nestlé hasta que se deshaga de todas sus operaciones en la Palestina ocupada. Evite especialmente cualquier marca de Osem, como Sabra Salads y otros productos abajo mostrados. Al optar por boicotear los productos de Nestlé, enviamos un mensaje contundente de que nos solidarizamos con el pueblo palestino y
rechazamos cualquier forma de complicidad con la violencia y la injusticia. Cada compra es una elección y, al reorientar nuestro gasto hacia alternativas éticas, podemos ayudar a amplificar el llamado a la rendición de cuentas y apoyar los esfuerzos por lograr una paz justa y duradera para Palestina.
¿Qué productos no debo consumir?
Con este llamado, nos unimos a la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), movimiento global que busca promover los derechos palestinos y abogar por el fin de la ocupación y la discriminación israelíes. Lanzada en 2005 por una coalición de organizaciones de la sociedad civil palestina, la BDS reclama tres demandas clave: el fin de la ocupación de los territorios palestinos, el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos palestinos de Israel y el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
Para más información oprime aquí.